Material de estudio para Abril: Perspectiva acerca de la Astrología
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Yogananda y Swami Sri Yukteswar Giri. |
En el conocidísimo libro “Autobiografía de un Yogui” su autor Yogananda, muestra este riquísimo diálogo con su maestro Swami Sri Yukteswar Giri sobre los principios universales de la influencia astrológica y la posible anulación o atenuación de sus efectos sobre nosotros. El diálogo entre el maestro y su discípulo comienza así:
- Mukunda, ¿por qué no te haces un brazalete astrológico?.
- ¿Qué, debo hacerlo, Maestro? Yo no creo en la astrología.
- No es cosa de creencia; la única actitud científica que debe tomarse sobre cualquier cosa es ver si ésta es verdadera. La ley de la gravedad operó tan efectivamente antes de Newton como después de él. El cosmos estaría en una situación muy caótica, si las leyes no pudieran operar sin la sanción de la creencia humana.
Los charlatanes han traído a la ciencia estelar a su actual descrédito. La Astrología es muy extensa, tanto matemática como filosóficamente, y no puede ser correctamente absorbida, excepto por hombres de profundo entendimiento. El ignorante no sabe leer los cielos, y ve allí sólo garabatos en lugar de una escritura, como era de esperarse en este imperfecto mundo. Pero uno no debe desechar la sabiduría junto con el sabio. Todas las partes de la creación están eslabonadas e intercambian sus influencias. El ritmo equilibrado del universo está fundado en la reciprocidad -continuó mi Maestro- : El hombre, en su aspecto humano, tiene que combatir dos clases de fuerzas, primero, los tumultos de su ser interno, causados por la mezcla de la tierra, el agua, el fuego, el aire y los elementos etéricos; y segundo, los desintegrantes poderes externos de la naturaleza. Mientras el hombre siga luchando con su mortalidad, será afectado por las miríadas de mutaciones del cielo y de la Tierra.
La astrología es el estudio de la respuesta del hombre al estímulo planetario. Las estrellas no tienen conciencia de benevolencia o animosidad; ellas envían únicamente radiaciones positivas o negativas. Ellas no ayudan ni perjudican a la humanidad, pero os ofrecen un canal apropiado para la operación exterior del equilibrio de causa y efecto que en el pasado ha sido puesto en movimiento por el hombre.
Un niño nace en tal día y en tal hora, porque los rayos celestes están en armonía matemática con su karma individual. Su horóscopo es un mapa demostrativo de su inalterable pasado y de los resultados probables del futuro. Pero el mapa natal puede ser correctamente interpretado únicamente por hombres de sabiduría intuitiva, y éstos son muy pocos.
El mensaje extensamente blasonado al través del cielo, en el momento del nacimiento, no significa un énfasis del hado o destino como resultado de un pasado bueno o malo, sino que sirve para elevar la voluntad del hombre, y así poder escapar de la esclavitud universal. Lo que él hizo puede él mismo anularlo. Nadie más que él fue el instigador de las causas cuyos efectos está actualmente experimentando en su vida. El puede vencer cualquier limitación, porque él mismo la ha creado por sus propios hechos, y porque posee recursos espirituales que no están sujetos a las influencias planetarias.
El temor supersticioso por la astrología nos hace desgraciadamente autómatas dependientes de una guía mecánica.El hombre sabio vence sus planetas, o lo que es lo mismo, su pasado, transfiriendo su alianza de la creación al Creador. Cuanto más se realice la unidad con el espíritu, menos podrá ser dominado por la materia. El alma es siempre libre; no está sujeta a la muerte, porque no tiene nacimiento. No puede ser regida por las estrellas.
El hombre es un alma y tiene un cuerpo. Cuando se da cuenta debidamente de su identidad, deja detrás de sí todos los comportamientos compulsivos. Mientras permanezca confundido en su estado ordinario de amnesia espiritual, tendrá que conocer las sutiles ligaduras de la ley en su medio ambiente.
Dios es armonía; el devoto que se armoniza, nunca ejecuta una acción desequilibrada. Sus actividades serán ajustadas correcta y naturalmente de acuerdo con la ley astrológica. Después de la oración y de la meditación profunda está en contacto con su divina conciencia, no hay poder mayor que el de la protección interna.
- Unicamente cuando el viajero ha llegado al final de su viaje puede prescindir de sus mapas e itinerarios. Durante el viaje, hace uso de todas las indicaciones para abreviar su trayecto. Los antiguos rishis descubrieron muchas maneras de acortar el período del exilio del hombre en el error. Hay ciertos recursos mecánicos en la ley del karma que pueden ser hábilmente ajustados por los dedos de la sabiduría.
Todos los males humanos son originados por la transgresión de alguna ley universal. Las escrituras nos enseñan que el hombre debe cumplir con esas leyes de la naturaleza sin menoscabar la omnipotencia divina. Debe decir: “Señor, creo en Ti, y sé que Tú puedes ayudarme; pero yo también pondré de mi parte para deshacer cualquier mal que haya cometido”. Y así, con diferentes medios, por medio de la oración, de la fuerza de la voluntad, por medio de la meditación según el yoga, por consultas con los santos, por el uso de brazaletes astrológicos, los efectos adversos de pasadas acciones pueden ser reducidos considerablemente o anulados del todo.
De la misma manera que una casa puede ser dotada de un pararrayos de cobre, para que absorba las descargas eléctricas, así el templo del cuerpo puede ser beneficiado por diferentes medidas protectoras. En épocas pasadas, nuestros yoguis descubrieron que los metales puros emiten una luz astral, que obra poderosamente contra las tendencias negativas de los planetas. Radiaciones sutiles, eléctricas y magnéticas están circulando constantemente en el universo; cuando el cuerpo del hombre se está beneficiando no se da él cuenta; cuando está siendo desintegrado tampoco lo sabe…
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